El holandés sufrió varios problemas durante la pasada edición del Gran Premio de Turquía, adonde ahora regresa con el objetivo de recuperar el liderato.
Max Verstappen se las prometía muy felices el año pasado en Estambul, después de dominar los entrenamientos libres y acabar en la segunda posición de una sesión clasificatoria complicada para los Mercedes, con Lewis Hamilton y Valtteri Bottas en el sexto y el noveno puesto, respectivamente.
Sin embargo, la estrategia de Red Bull de partir en primera, en vez de con la segunda marcha elegida por la mayoría del resto de pilotos, resultó perjudicial y Verstappen cayó inmediatamente a la octava posición. Aunque poco a poco fue escalando puestos, los problemas persistieron con un par de salidas de pista (provocados por un mal ajuste de su alerón delantero) que l obligaron a pasar por boxes para cambiar los neumáticos. Finalmente acabó sexto a casi un minuto de Hamilton, quien resultó vencedor.
Verstappen reconoció después que fue una carrera para olvidar, pero ahora esos recuerdos vuelven de cara al Gran Premio de Turquía que se disputará este fin de semana y al que el holandés llega situado dos puntos por debajo de Hamilton, vencedor en el reciente Gran Premio de Rusia tras cuatro carreras consecutivas sin ganar.
Mientras Verstappen acude a Estambul con cierto recelo, su compañero Serio Pérez tiene motivos para el optimismo porque el año pasado firmó la segunda posición con Raicing Point, su mejor resultado de la temporada hasta ese momento.
